Para celebrar este día, el pasado día 3 de Febrero, se ha organizado un taller sobre anillamiento científico de aves, junto a la torre-mirador del Pinar de la Algaida. Esta actividad ha sido desarrollada por el ornitólogo y anillador científico Alberto Álvarez Pérez. Este año se conmemora en todo el mundo con el lema “Humedales y cambio climático”. Cabe destacar que la toma regular de datos mediante esta técnica permite establecer áreas de distribución de invernada que proporcionan información sobre el cambio climático.
Es una sólida técnica científica en la que el bienestar del ave es absolutamente esencial. Es un método de estudio basado en marcar aves de forma individual. Previa captura e idenficación del ave, se procede a la colocación de una anilla metálica con una inscripción única en su pata. La información que proporciona el anillamiento científico cuando una ave es capturada para su anillamiento es de gran utilidad: la edad y el sexo, distintos tipos de medidas (biometría) que pueden ser utilizados para caracterizar poblaciones, la cantidad de grasa acumulada por las especies migradoras, el estado de muda de las plumas o el hábitat en el que el ave ha sido capturada.
La información sobre el peso y acumulación grasa a lo largo de las áreas de descanso de las rutas migratorias resultan de gran importancia para el estudio de las estrategias migratorias y para la identificación de los puntos de abastecimiento.
Mediante el uso de determinados caracteres morfológicos es posible conocer el origen poblacional de las aves. Entre estos caracteres se encuentran rasgos decoloración, el tamaño o la forma del ala, del pico o de las patas.
Para la conservación de las aves resulta de capital importancia conocer los lugares y periodos en los que tiene lugar el proceso de muda.
Cualquier registro de un ave anillada ofrecerá gran cantidad de información sobre su vida, en especial acerca de sus movimientos. Esta información es fundamental para cualquier política de conservación efectiva. El anillamiento científico es la única forma de estimar tasas de supervivencia o de emigración e inmigración. En algunos casos, el anillamiento también puede usarse para estimar tamaños poblacionales y éxito reproductor, por lo que este método resulta esencial para entender algunos cambios en las poblaciones de aves.
Se contabilizaron hasta 45 aves anilladas durante toda la jornada, la mayoría de ellas petirrojos y currucas. Además de otras especies como los verdecillos, un mirlo, un carbonero, un zorzal y un pinzón.
(Fuente: Ministerio de Medio Ambiente ~ EURING)
(Fotos: BirdwatchingCádiz)